Plan de vida
jueves, enero 24, 2008
Sé que algún día me despertaré en casa de mis padres y tendré cuarenta años.
Y ese día, de repente, todo estará bien.
Mi corazón fosilizado crujirá, y después me iré a la compra, y a la vuelta encenderé el horno tarareando una vieja canción sentimental, sin recordar de dónde sale ni quién la cantó antes que yo.
Nadie sabe cómo sonrío al pensar todas estas cosas, con qué pureza. Si pudiera lamería mi corazón, lo abrazaría, lo haría pedazos de puro amor propio, orgullo y satisfacción.
nunca he sido tan honesta
